¿QUÉ HACES CUANDO NO SABES QUÉ HACER?
Joaquín siempre había sido un apasionado de su profesión y de su trabajo. Había madurado como esposo y como padre de dos hijos, hoy adolescentes. Tenía además, muchos amigos.
Pero claro, hablamos en pretérito y dicen por ahí que todo tiempo pasado fue mejor…
Para Joaquín, esta parece ser una máxima que se cumple cada vez con mayor intensidad. Sentía que poco a poco todo sus ¨estructuras¨ se iba desmoronando y lo cierto es que él no había hecho nada para que ocurra, ni tampoco para evitarlo; tal vez, este sea punto. El mundo siguió girando, mientras él –por algún motivo-, se detuvo.
En su trabajo se le exigía cada vez más. Como abogado laboral los casos se habían multiplicado y en la misma proporción la ansiedad de las personas. Evidentemente esta situación le afectaba porque siempre fue autoexigente consigo mismo para rendir al máximo, y aunque siempre supo mantenerse al margen emocionalmente, ahora se sentía agotado, lo que le restaba objetividad en sus determinaciones.
TRABAJO: exigencia, estabilidad emocional, rendimiento, profesionalidad. ¿Y la familia?
Su trabajo había invadido su casa, sus relaciones más cercanas y su cabeza. Los límites los había desdibujado él y los demás –cansados de hacer reclamos sordos-, se habían adaptado a la nueva versión de esposo y padre.
FAMILIA: amor, equilibrio , intimidad, confianza. ¿Y los amigos?
Por algún sitio deben estar, y seguramente bien; solo que él se había convertido en el gran ausente. Cuando esporádicamente se encontraba con los amigos, era como espectador; un abismo de lo que había sido antes.
AMIGOS: compartir, divertirse, ayudar y ser ayudado.
¿Y AHORA QUÉ? ¿POR DÓNDE EMPIEZO?
Dicen también por ahí, que cuando tocamos fondo (y ese fondo es diferente para cada uno), no queda otra alternativa que empezar a subir.
El problema es que nuestro amigo no tenía un problema concreto. Tenía muchos desajustes, muchos baches, muchos desequilibrios, pero no podía reflexionar acerca de los por qué y mucho menos podía imaginar por dónde empezar. Necesitaba ayuda y mucha, y lo único que tenía claro es que quién le ayudase en este proceso debía mirarlo en su integridad, porque sentía que de alguna modo, tenía que reconstruir su identidad poco a poco.
Y entonces, comenzó por dar un primer paso:
PROGRAMA DE TRANSFORMACIÓN PERSONAL E INDIVIDUAL (PTPI)
Este programa, a cargo de Óscar Corominas y un equipo multidisciplinar, supone la mirada integral de las personas, a través del coaching – mentoring y utilizando además perspectivas de observación y análisis basadas en la inteligencia emocional y el pensamiento humanista (visión filosófica, psicológica, ética y trascendente).
¿PARA QUIÉN Y PARA QUÉ?
El programa es efectivo para todas aquellas personas que como nuestro protagonista, se encuentran en una disyuntiva respecto de lo que les sucede y lo que desean. Cuando nuestra cabeza lo piensa, nuestro corazón lo siente y sin embargo sentimos que nada ocurre y que no podemos y no sabemos cómo salir de allí. Tengamos en cuenta que “NADA” es “algo” que está ocurriendo…
Al tratarse de un cambio integral y profundo, los participantes del programa serán capaces, entre otras cosas de:
Integrar mente, corazón y voluntad en su desarrollo personal y profesional.
Crecer en autoconciencia.
Tomar decisiones por si mismos.
Sustituir viejos vicios adquiridos por nuevos hábitos sanos y saludables.
Reconocer el sentido limitante. Aquello que hemos incorporado como “real”, sin cuestionamientos y hoy nos frena para avanzar.
Sostener los cambios en el tiempo.
Ser agradecido
Lograr un equilibrio y vivir de un modo más pleno y coherente.
Artículo publicado en la revista Namagazine
http://namagazine.es/2013/05/12/que-haces-cuando-no-sabes-que-hacer/
Deja un comentario